Describimos nuestra visión a largo plazo, la Sociedad del Acuerdo, de forma muy completa (abarcando aspectos técnicos, sociales, institucionales y económicos) y con muchos detalles. Esto es muy poco habitual: muchas visiones a largo plazo de la sociedad siguen siendo muy esquemáticas. Hay varias razones por las que hemos optado por una descripción exhaustiva y detallada de nuestra visión.
Superar el miedo a lo desconocido
Una primera razón es que ayuda a superar el miedo a lo desconocido que muchos sienten cuando reflexionan sobre nuestro futuro colectivo. Existe la percepción generalizada, aunque a menudo reprimida, de que todo debe cambiar para que nuestra sociedad sea sostenible, pero nadie sabe realmente hacia dónde. Existen algunos lemas, como una "sobriedad feliz", para describir este futuro. Son inspiradores para algunos, pero demasiado borrosos para muchos, que carecen de imaginación para imaginar lo que podría ser un futuro radicalmente distinto. Esta incertidumbre sobre lo que podría ser el futuro es una fuente de miedo. Los numerosos detalles que ofrecemos ayudan a despejar la niebla y a ver, de forma concreta, cómo sería la vida en una sociedad futura, radicalmente justa, sostenible, democrática y feliz, y contribuyen a aliviar ese miedo. Complementamos así ejercicios similares de anticipación a largo plazo que se han realizado recientemente, con la misma intención de aliviar el miedo e inspirar esperanza (por ejemplo, por las Naciones Unidas en 2012, o por el Club de Roma en 2023), pero que no son tan exhaustivos como el nuestro.
Ofrecer un contrato social alternativo, completo y aceptable
Una segunda razón es que presenta el panorama completo de un contrato social alternativo, completo y aceptable. Si bien es probable que la calidad de los productos consumidos mejore en una sociedad más sostenible (con productos más duraderos y alimentos más sanos), es probable que su cantidad global disminuya de forma muy drástica, con el fin de cumplir los requisitos de una sociedad con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (con un presupuesto anual de emisiones de gases de efecto invernadero de unos 750 kg de CO2eq / año en la UE, frente a las 10 toneladas actuales). Para que sea social y humanamente aceptable, esta drástica reducción de la cantidad de productos que se consumen debe compensarse con drásticas ganancias en otras dimensiones de la vida. Este es el fundamento de un contrato social: las limitaciones en algunas dimensiones de la vida se compensan, y más allá, con beneficios en otras dimensiones. Proponemos que estas otras dimensiones de beneficios drásticos sean la justicia social y la participación democrática, dos ámbitos en los que nuestra sociedad actual tiene (mucho) margen de mejora.
Un sistema formado por elementos que se refuerzan mutuamente
Una tercera razón es que queremos demostrar que la Sociedad del Acuerdo constituye un sistema en el que los componentes son coherentes entre sí y se refuerzan mutuamente. Esto da un significado concreto a las aspiraciones actuales de "cambiar el sistema, no el clima". También demuestra que la Sociedad del Acuerdo puede alcanzar sus objetivos de proporcionar una vida digna y feliz a todos, dentro de los límites planetarios, con un nivel de eficiencia comparable al del sistema actual (la sociedad de consumo) en la consecución de sus propios y obsoletos objetivos, a saber, producir en masa productos baratos, diversos y de corta vida.
Una visión susceptible de ser modificada por decisión democrática
Como ya se mencionó en la "Nota importante" al final de nuestra página principal sobre la Sociedad del Acuerdo, el texto que la describe forma parte de nuestros Estatutos. Esto significa que el texto es estable, pero también que puede ser modificado, en profundidad si es necesario, por decisiones democráticas de nuestros Cooperadores.